Plan de prevención de estrés en perros
- 25 sept 2019
- 3 Min. de lectura
A menudo hablamos de la importancia de reducir el estrés en nuestros perros, pero con la misma frecuencia se obvia aportar información práctica para conseguirlo.En el mundo humano es muy habitual hablar de estrés, sin embargo, cuando se refiere a los perros puede resultar confuso e, incluso, pensar que no existe. Pero la realidad es que puede ser peligroso para las mascotas y es muy importante averiguar la raíz del problema para saber qué hacer y qué pasos o métodos seguir para solucionarlo y poderlo evitar en el futuro.
Estrés VS Excitación
La excitación y el estrés se confunden a menudo en cuanto a su valencia emocional, aunque podríamos definir el estrés como el estado físico (y químico del organismo) y la excitación es la manifestación del estrés (y de otras circunstancias).
Estrés bueno VS Estrés malo El estrés en realidad no es «malo» por sí mismo, lo negativo es que el perro que lo sufre no sea capaz de gestionarlo y manejarlo. Superarlo en definitiva. Cada individuo tiene un umbral de tolerancia al estrés y nosotros como guías debemos saber reconocerlo y manejar las situaciones y el entorno de tal forma que el estrés «bueno» (el que ayuda al perro a manejarse en el mundo) no se convierta en estrés malo (el que altera, excita, obsesiona o aterroriza).

LOS 10 PUNTOS CLAVE EN UN PLAN DE REDUCCIÓN DE ESTRÉS EN PERROS
1. Reduce tu estrés y excitación
Lo primero y más importante es que nosotros mismos seamos capaces de convivir y comunicarnos con el perro en un estado de calma.
2. Rutinas, predecibilidad.
Las rutinas no son aburridas, son ante todo seguras. Un perro que sabe que sale a la calle a la misma hora, que come en el mismo plato, que conoce lo que sucede a su alrededor… Es un perro que tiene menos cosas de las que preocuparse.
3. Evitar actividades rápidas, sobre todo las relacionadas con «caza».
La persecución de objetos (pelotas, frisbees…) si no puede crear obsesiones con facilidad. Evita las actividades «explosivas». Un perro de compañía no es un perro de trabajo o un atleta, y hace el ejercicio que necesita simplemente paseando por el campo, nadando en un río o jugando contigo.
4. Practica la propiocepción.
Para los perros controlar su cuerpo es controlar lo que les rodea: les aporta mucha seguridad y exige concentración. Por eso los juegos de propiocepción están siempre recomendados.
5. Y los juegos de olfato.
Lo mismo sucede con los juegos de búsqueda o de olfato: Sin ser en apariencia de una gran actividad, son enormemente satisfactorios para los perros. Los juegos de nariz «llenan» los instintos naturales de los perros mucho más que cualquier otro.
6. Utiliza chalecos anti-estrés.
Su uso no es magia, tiene un fundamento científico y puede ayudar a muchos perros en situaciones de estrés.
7. Maneja los umbrales de reacción del perro.
Las situaciones que producen miedo o estrés deben manejarse y controlarse, pero no eliminarse porque estaríamos «creando» un perro hiper-protegido. Si no te ves capaz o no tienes experiencia en desensibilización, puedes recurrir a un profesional para que te ayude.
8. Trato suave.
Hace unos días a una perra mía le tuvieron que dar cuatro puntos en una pata. La veterinaria (una chica jovencita) pudo hacerlo sin sedar, solo con palabras dulces y un trato suave. Cuando el veterinario intentaba ayudar (manos más firmes) la perra no estaba igual de cómoda.
9. Utiliza material cómodo.
Tira a la basura los collares estrechos, de ahogo, pinchos o estranguladores. Usa siempre collares anchos, acolchados, o arneses con correas largas. Solo con cambiar el material de paseo muchos perros cambian.
10. Busca un lugar estrecho y recogido como «zona segura».
Por ejemplo un trasportín. Hay quien lo ha llamado «efecto cueva», sea como fuere, estos espacios aportan confianza a los perros inseguros.

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